Esta es la historia, como tantas otras en estos días, de un joven adolescente que no tenía horizontes para su vida, que su futuro era incierto, precario, dudoso en cuanto a su subsistencia, ya que no tenía para su sustento diario, el desamparo era su amigo más íntimo y deambulaba por las calles sin perspectivas ni probabilidades de mejorar su situación, este era el panorama:
- Había escapado de su casa ya que la relación con sus padres era pésima,
- Por lo tanto no tenía un hogar fijo,
- Dormía en las calles tapado solo con cartones,
- Cuando tenía necesidades de apaciguar sus vicios, alcohol, drogas, etc., simplemente robaba,
Así transcurría su vida, pero una noche de un frío muy intenso vio al policía, siempre que veía a un uniformado él solo escapaba, pero esta vez se acercó y le preguntó si no sabía donde podía pasar la noche, ya que el frío penetraba en sus huesos y no quería estar con el cielo como techo y tapado solo con cartones.
El policía amablemente le dijo: baja por esta calle dos cuadras y golpea en la casa que tiene paredes pintadas de blanco, cuando abran solo di: Juan 3:16,
El muchacho no entendió demasiado, pero nada tenía para perder, así que se dirigió al lugar encomendado y golpeó la puerta de la casa, en unos instantes apareció una señora y el joven tímidamente atinó a decir: Juan 3:16, con asombro observó que la señora abrió la puerta de par en par y lo invitó a pasar.
Ya dentro de la casa, el joven sentía que su entendimiento estaba nublado ya que le costaba creer lo que estaba pasando pero reflexionó dentro de su ser que Juan 3:16 te puede dar refugio cuando estás perdido y nada tienes.
Luego la señora lo invitó a compartir su mesa, donde había abundante comida caliente, la sorpresa del joven iba en aumento, pero pensó que Juan 3:16 te puede alimentar cuando estás hambriento.
Más tarde la señora lo llevó al baño y le preparó la bañera para que él aseara su cuerpo, el joven tomó el baño y aún seguía sin entender lo que pasaba, pero comenzó a asumir que Juan3:16 te podía limpiar cuando estabas sucio.
Luego del reparador baño la señora lo llevó a un dormitorio donde había preparado la cama con abundantes cobijas, el joven se acostó y aún cavilaba en su corazón y en su mente sobre los acontecimientos que le sobrevenían uno tras otro sin poder entender cabalmente lo que estaba sucediendo, pero ponderó íntimamente que Juan 3:16 te podía dar la tranquilidad necesaria como para abandonarte a un sueño reparador.
A la mañana siguiente la señora llevó al joven hasta el hogar ya que el frío seguía siendo intenso, y mientras observaban tras la ventana que la inclemencia del tiempo iba en aumento el joven se atrevió a preguntar a esta buena señora el por qué ella lo había acogido en su hogar si él era un vagabundo sin destino, que él nunca había hecho nada bueno por nadie y sin embargo ella lo había recibido sin cuestionamientos de ninguna naturaleza, la señora acarició la cabeza del joven con amor maternal y dijo:
“Hijo mío, si bien tu viniste a esta casa cuando te hallabas perdido y sin rumbo fijo, tu corazón buscaba la vida que solo puede darte una persona y tú sin saberlo quizás, la invocaste al llegar aquí”
El joven algo turbado su entendimiento preguntó:
¿Cómo hice eso yo?
La señora respondió:
“Busca dentro de tu corazón y dime que representa la frase que tú dijiste al llegar a esta casa”
El joven dejó madurar en su interior la respuesta, la buscó con ansia infinita ya que sentía que esa señora merecía todo su reconocimiento y no quería fallar en su contestación, así es como dijo:
Querida señora, si bien no entiendo con precisión que quiere decir Juan 3:16 puedo afirmar con entusiasmo lo siguiente, Juan 3:16 puede:
- Ser tu refugio en los momentos más difíciles de tu vida,
- Alimentarte cuando tienes hambre,
- Limpiarte cuando estás sucio,
- Apacentarte cuando más lo necesitas,
- Tratarte como a un hijo cuando muchos te han abandonado o se han olvidado de ti.
Igual que el joven a veces nosotros no alcanzamos a entender la magnitud del sacrificio perfecto realizado en la Cruz, las siguientes palabras que compartiré son quizás el párrafo más leído en la historia de la humanidad:
Juan 3:16
“Por que de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”
Más allá que cada uno de nosotros podemos invocar y fundamentar infinidad de razones por las cuales el Señor está con nosotros, digo que es necesario tener en cuenta algo vital en la vida de todo creyente, lo mismo es:
Ro 10:9-10
09”Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo”
10”Por que con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación”
- Había escapado de su casa ya que la relación con sus padres era pésima,
- Por lo tanto no tenía un hogar fijo,
- Dormía en las calles tapado solo con cartones,
- Cuando tenía necesidades de apaciguar sus vicios, alcohol, drogas, etc., simplemente robaba,
Así transcurría su vida, pero una noche de un frío muy intenso vio al policía, siempre que veía a un uniformado él solo escapaba, pero esta vez se acercó y le preguntó si no sabía donde podía pasar la noche, ya que el frío penetraba en sus huesos y no quería estar con el cielo como techo y tapado solo con cartones.
El policía amablemente le dijo: baja por esta calle dos cuadras y golpea en la casa que tiene paredes pintadas de blanco, cuando abran solo di: Juan 3:16,
El muchacho no entendió demasiado, pero nada tenía para perder, así que se dirigió al lugar encomendado y golpeó la puerta de la casa, en unos instantes apareció una señora y el joven tímidamente atinó a decir: Juan 3:16, con asombro observó que la señora abrió la puerta de par en par y lo invitó a pasar.
Ya dentro de la casa, el joven sentía que su entendimiento estaba nublado ya que le costaba creer lo que estaba pasando pero reflexionó dentro de su ser que Juan 3:16 te puede dar refugio cuando estás perdido y nada tienes.
Luego la señora lo invitó a compartir su mesa, donde había abundante comida caliente, la sorpresa del joven iba en aumento, pero pensó que Juan 3:16 te puede alimentar cuando estás hambriento.
Más tarde la señora lo llevó al baño y le preparó la bañera para que él aseara su cuerpo, el joven tomó el baño y aún seguía sin entender lo que pasaba, pero comenzó a asumir que Juan3:16 te podía limpiar cuando estabas sucio.
Luego del reparador baño la señora lo llevó a un dormitorio donde había preparado la cama con abundantes cobijas, el joven se acostó y aún cavilaba en su corazón y en su mente sobre los acontecimientos que le sobrevenían uno tras otro sin poder entender cabalmente lo que estaba sucediendo, pero ponderó íntimamente que Juan 3:16 te podía dar la tranquilidad necesaria como para abandonarte a un sueño reparador.
A la mañana siguiente la señora llevó al joven hasta el hogar ya que el frío seguía siendo intenso, y mientras observaban tras la ventana que la inclemencia del tiempo iba en aumento el joven se atrevió a preguntar a esta buena señora el por qué ella lo había acogido en su hogar si él era un vagabundo sin destino, que él nunca había hecho nada bueno por nadie y sin embargo ella lo había recibido sin cuestionamientos de ninguna naturaleza, la señora acarició la cabeza del joven con amor maternal y dijo:
“Hijo mío, si bien tu viniste a esta casa cuando te hallabas perdido y sin rumbo fijo, tu corazón buscaba la vida que solo puede darte una persona y tú sin saberlo quizás, la invocaste al llegar aquí”
El joven algo turbado su entendimiento preguntó:
¿Cómo hice eso yo?
La señora respondió:
“Busca dentro de tu corazón y dime que representa la frase que tú dijiste al llegar a esta casa”
El joven dejó madurar en su interior la respuesta, la buscó con ansia infinita ya que sentía que esa señora merecía todo su reconocimiento y no quería fallar en su contestación, así es como dijo:
Querida señora, si bien no entiendo con precisión que quiere decir Juan 3:16 puedo afirmar con entusiasmo lo siguiente, Juan 3:16 puede:
- Ser tu refugio en los momentos más difíciles de tu vida,
- Alimentarte cuando tienes hambre,
- Limpiarte cuando estás sucio,
- Apacentarte cuando más lo necesitas,
- Tratarte como a un hijo cuando muchos te han abandonado o se han olvidado de ti.
Igual que el joven a veces nosotros no alcanzamos a entender la magnitud del sacrificio perfecto realizado en la Cruz, las siguientes palabras que compartiré son quizás el párrafo más leído en la historia de la humanidad:
Juan 3:16
“Por que de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”
Más allá que cada uno de nosotros podemos invocar y fundamentar infinidad de razones por las cuales el Señor está con nosotros, digo que es necesario tener en cuenta algo vital en la vida de todo creyente, lo mismo es:
Ro 10:9-10
09”Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo”
10”Por que con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación”
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