Una pareja de jóvenes tenía años de casados y nunca pudieron tener hijos. Para no sentirse solos, compraron un cachorro de pastor alemán y lo amaron como si fuera su propio hijo. El cachorro creció hasta convertirse en un gran y hermoso perro, y aparte de ser un compañero incondicional, muchas veces salvó a la pareja de ser atacada por ladrones. Siempre fue muy fiel; quería y defendía a sus dueños contra cualquier peligro.
Luego de siete años de tener al perro, la pareja logró tener el hijo tan ansiado y deseado. Estaban muy contentos con su nuevo hijo e, inconscientemente, disminuyeron las atenciones que tenían con al animal. Con el tiempo, el perro se sintió relegado y comenzó a sentir celos del bebé. Ya no era el perro cariñoso, fiel y juguetón que tuvieron durante siete años.
Un día, la pareja dejó a su hijo durmiendo plácidamente en la cuna, y fueron a la terraza a preparar una carne asada. Pero cuando después de un rato se dirigieron al cuarto del bebé, vieron al perro en el pasillo con la boca ensangrentada, moviéndoles la cola.
La mujer pegó un grito desgarrador. El hombre pensó lo peor. De inmediato, sacó un arma que guardaba celosamente en el armario, y en el acto mató al perro. Pero cuando corrió al cuarto del bebé, encontró una gran serpiente degollada. El perro había salvado de la muerte a su pequeño hijo. El dueño, llorando, comenzó a exclamar: “!He matado a mi fiel compañero!”.
¿Cuántas veces hemos juzgado injustamente a las personas?. Las juzgamos y condenamos sin investigar a que se debe su comportamiento, cuáles sus pensamientos y sentimientos. Muchas veces las cosas no son tan malas como parecen, sino todo lo contrario. La próxima vez que nos sintamos tentados a juzgar y condenar a alguien recordemos la historia del perro fiel, así aprenderemos a no levantar falsos testimonios contra una persona hasta el punto de dañar su imagen ante los demás.
Quisiera realizar un breve comentario sobre un falso testimonio que ocasionó la muerte del primer cristiano, el mismo fue Esteban, en griego “Estefanus” y quiere decir “Corona”.
En Hch 6:13
“Y pusieron testigos falsos que decían: Este hombre no cesa de hablar palabras blasfemas contra este lugar y contra la ley”
En definitiva Esteban fue echado fuera de la ciudad, y fue apedreado hasta alcanzar la muerte.
Pero también podemos ver en Hch 7:55
“Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la Gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios”
Lo maravilloso de este relato es que en el original griego dice estaba de pie; Siempre se presenta a Jesús sentado a la diestra de Dios.
Imaginémonos:
- El cielo abierto,
- La Gloria de Dios y
- Jesús que se puso de pie para recibir al primer mártir cristiano, quien con valor entregó la vida por Él.
Solo me resta decir: antes de emitir un juicio de valor sobre alguna persona y que el mismo pueda llegar a lastimarla, debemos estar atentos a todas aquellas cosas que edifiquen, que fortalezcan y que conforten a todos nuestros semejantes.
Luego de siete años de tener al perro, la pareja logró tener el hijo tan ansiado y deseado. Estaban muy contentos con su nuevo hijo e, inconscientemente, disminuyeron las atenciones que tenían con al animal. Con el tiempo, el perro se sintió relegado y comenzó a sentir celos del bebé. Ya no era el perro cariñoso, fiel y juguetón que tuvieron durante siete años.
Un día, la pareja dejó a su hijo durmiendo plácidamente en la cuna, y fueron a la terraza a preparar una carne asada. Pero cuando después de un rato se dirigieron al cuarto del bebé, vieron al perro en el pasillo con la boca ensangrentada, moviéndoles la cola.
La mujer pegó un grito desgarrador. El hombre pensó lo peor. De inmediato, sacó un arma que guardaba celosamente en el armario, y en el acto mató al perro. Pero cuando corrió al cuarto del bebé, encontró una gran serpiente degollada. El perro había salvado de la muerte a su pequeño hijo. El dueño, llorando, comenzó a exclamar: “!He matado a mi fiel compañero!”.
¿Cuántas veces hemos juzgado injustamente a las personas?. Las juzgamos y condenamos sin investigar a que se debe su comportamiento, cuáles sus pensamientos y sentimientos. Muchas veces las cosas no son tan malas como parecen, sino todo lo contrario. La próxima vez que nos sintamos tentados a juzgar y condenar a alguien recordemos la historia del perro fiel, así aprenderemos a no levantar falsos testimonios contra una persona hasta el punto de dañar su imagen ante los demás.
Quisiera realizar un breve comentario sobre un falso testimonio que ocasionó la muerte del primer cristiano, el mismo fue Esteban, en griego “Estefanus” y quiere decir “Corona”.
En Hch 6:13
“Y pusieron testigos falsos que decían: Este hombre no cesa de hablar palabras blasfemas contra este lugar y contra la ley”
En definitiva Esteban fue echado fuera de la ciudad, y fue apedreado hasta alcanzar la muerte.
Pero también podemos ver en Hch 7:55
“Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la Gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios”
Lo maravilloso de este relato es que en el original griego dice estaba de pie; Siempre se presenta a Jesús sentado a la diestra de Dios.
Imaginémonos:
- El cielo abierto,
- La Gloria de Dios y
- Jesús que se puso de pie para recibir al primer mártir cristiano, quien con valor entregó la vida por Él.
Solo me resta decir: antes de emitir un juicio de valor sobre alguna persona y que el mismo pueda llegar a lastimarla, debemos estar atentos a todas aquellas cosas que edifiquen, que fortalezcan y que conforten a todos nuestros semejantes.
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