Amigos
Hace tiempo un señor al estar en su casa, siendo las 11 de la noche, recibió la llamada telefónica de un muy amigo suyo. Le dio mucho gusto escuchar su voz y al oír que su amigo le preguntaba ¿cómo estas?, sin saberlo le contestó: “¡solísimo!”.
¿Quieres que charlemos?. La respuesta fue siiiiii ! y el amigo le dijo ¿quieres que vaya a tu casa?, la respuesta también fue si. Colgó el teléfono y en quince minutos él ya estaba tocando la puerta.
El señor que recibió la visita del amigo comenzó a hablar por horas y horas de todo, del trabajo, de la familia, de su novia, de sus deudas, y el amigo atento siempre escuchando. Se hizo el día, el señor estaba totalmente cansado mentalmente, le había hecho mucho bien la compañía del amigo y sobre todo que le escuchara y que lo apoyara y le hiciera ver sus errores, el señor se sintió muy a gusto con la compañía del amigo, que cuando notó que se encontraba mejor, le dijo: bueno, me tengo que ir a trabajar.
El señor se sorprendió y le dijo: no me habías dicho que tenías que ir a trabajar, mira la hora que es, no dormiste nada, te quité tu tiempo toda la noche. El sonrió y le dijo: no hay problema para eso estamos los amigos. El señor se sintió muy feliz y orgulloso de tener un amigo así.
El señor acompaño al amigo a la puerta de la casa...... y cuando él caminaba hacia su automóvil se sintió desde lejos ¿por qué me llamaste anoche tan tarde?. El amigo regresó y le dijo en voz baja: es que te quería dar una noticia..... y le preguntó ¿qué pasó?. Y le dijo....... Fui al doctor y me confirmó que mis días están contados, tengo una enfermedad terminal, y solo me queda esperar.... el señor se quedó mudo........ el amigo sonrió y le dijo: que tengas un buen día amigo..... se dio la vuelta y se fue.........
Pasó un buen rato hasta que el hombre asimiló la situación y se preguntó una y otra vez, porque cuando él me preguntó ¿cómo estas? Me olvidé de él y sólo hablé de mí. ¿Cómo tuvo la fuerza de sonreírme, de darme ánimo, de decirme todo lo que me dijo, estando él en esa situación?!.
Queridos hermanos, debemos aprender que si solamente hablamos de nuestros problemas y de las cosas que nos apabullan, no nos damos el tiempo de escuchar al otro, de conocer qué cosas pasan a nuestro alrededor; Debemos ser más críticos con nuestros problemas y disfrutar más de las cosas buenas de la vida, aprovechar más el tiempo junto a nuestros seres queridos y aprender a entregar toda carga que pese sobre nuestras vidas.
Mt 11:28/30
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”.
Hace tiempo un señor al estar en su casa, siendo las 11 de la noche, recibió la llamada telefónica de un muy amigo suyo. Le dio mucho gusto escuchar su voz y al oír que su amigo le preguntaba ¿cómo estas?, sin saberlo le contestó: “¡solísimo!”.
¿Quieres que charlemos?. La respuesta fue siiiiii ! y el amigo le dijo ¿quieres que vaya a tu casa?, la respuesta también fue si. Colgó el teléfono y en quince minutos él ya estaba tocando la puerta.
El señor que recibió la visita del amigo comenzó a hablar por horas y horas de todo, del trabajo, de la familia, de su novia, de sus deudas, y el amigo atento siempre escuchando. Se hizo el día, el señor estaba totalmente cansado mentalmente, le había hecho mucho bien la compañía del amigo y sobre todo que le escuchara y que lo apoyara y le hiciera ver sus errores, el señor se sintió muy a gusto con la compañía del amigo, que cuando notó que se encontraba mejor, le dijo: bueno, me tengo que ir a trabajar.
El señor se sorprendió y le dijo: no me habías dicho que tenías que ir a trabajar, mira la hora que es, no dormiste nada, te quité tu tiempo toda la noche. El sonrió y le dijo: no hay problema para eso estamos los amigos. El señor se sintió muy feliz y orgulloso de tener un amigo así.
El señor acompaño al amigo a la puerta de la casa...... y cuando él caminaba hacia su automóvil se sintió desde lejos ¿por qué me llamaste anoche tan tarde?. El amigo regresó y le dijo en voz baja: es que te quería dar una noticia..... y le preguntó ¿qué pasó?. Y le dijo....... Fui al doctor y me confirmó que mis días están contados, tengo una enfermedad terminal, y solo me queda esperar.... el señor se quedó mudo........ el amigo sonrió y le dijo: que tengas un buen día amigo..... se dio la vuelta y se fue.........
Pasó un buen rato hasta que el hombre asimiló la situación y se preguntó una y otra vez, porque cuando él me preguntó ¿cómo estas? Me olvidé de él y sólo hablé de mí. ¿Cómo tuvo la fuerza de sonreírme, de darme ánimo, de decirme todo lo que me dijo, estando él en esa situación?!.
Queridos hermanos, debemos aprender que si solamente hablamos de nuestros problemas y de las cosas que nos apabullan, no nos damos el tiempo de escuchar al otro, de conocer qué cosas pasan a nuestro alrededor; Debemos ser más críticos con nuestros problemas y disfrutar más de las cosas buenas de la vida, aprovechar más el tiempo junto a nuestros seres queridos y aprender a entregar toda carga que pese sobre nuestras vidas.
Mt 11:28/30
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”.
“Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”.
“Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”.
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